Las personas con este trastorno presentan falta de autoestima, motivo por el que dependen de la atención y aprobación de los demás.
Con frecuencia parece que están interpretando un papel teatral (“histriónico” viene del latín “histrionicus”, que significa “relativo al actor”), en un intento de atraer de forma manipuladora la atención de la gente a su alrededor.
Pueden llegar a cuidar excesivamente su aspecto físico y comportarse de forma sobre-encantadora o intentos de seducción totalmente inapropiados.
Como ansían la excitación y se conducen a base de impulsos o sugestiones, pueden ponerse en situaciones de grave riesgo personal (sufriendo accidentes, siendo explotados… etc).
Sus relaciones con los demás parecen frívolas o insinceras, lo que puede dañar sus relaciones sociales o de pareja. Esto les genera una gran angustia, porque son muy sensibles a la crítica y el rechazo, y suelen reaccionar negativamente ante el fracaso o la pérdida.
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